Estaré relacionándome más desde la queja y descalificación, que de las conversaciones que pueden surgir sí nos escuchamos para crear el futuro donde queremos estar. No se trata de descartar al otro porque es diferente, se trata de preguntarse ¿qué tenemos ambos que nos aporta al futuro?. Estoy convencida que la personas no es que no quieran vivir en colaboración, si no es que no saben “como” hacerlo y hoy una de las cosas que nos trae como consecuencia positiva la pandemia es ver y crear la oportunidad que tiene el estar en espacios diferentes, colocando el énfasis en la Colaboración, con ello construir sub comunidades virtuosas para así transitar en la transformación de culturas colaborativas.
Entonces, ¿cómo podemos empezar? Algunas distinciones que me surgen: 1. Respeto y confianza por otro ser humano. 2. Declarar en conjunto que nos une. 3. Describir cuáles son los valores en común. 4. Definir cuál es nuestro objetivo. 5. Partir de la premisa que lo mejor de cada uno suma y da valor. 6. Actitud hacia la generosidad de compartir conocimientos y prácticas. 7. Eliminar Juicios limitantes 8. Aceptar que tanto el proceso como el resultado es responsabilidad de todos. 9. Que la particularidad de cada uno es un recurso para todos. 10. Tener la disposición a la escucha plena. 11. Visibilizar los buenos resultados. 12. Expresarlos estados emocionales que surjan en el proceso. 13. Comprender que la diversidad es inclusión. 14. Comprender que mientras más diferente somos más complementarios somos. Paola Lombardi Directora y Fundadora de BeCoach – Chile